10 señales de que el deporte se te está yendo de las manos

El deporte puede convertirse en una adicción (iStock)

El deporte es bueno. Así, en líneas muy generales, se puede afirmar que es positivo. Pero también es adictivo y, como cualquier adicción, puede causar problemas. El deporte, como todo lo demás en la vida, hay que ejercerlo en su justa medida. En ocasiones comenzamos a realizar una actividad deportiva y, sin darnos cuenta, estamos –dicho vulgarmente- enganchados. Hay que saber parar.

Son varias las señales que podemos recibir y que nos indican que, quizás, estemos desarrollando una adicción al deporte:

1.- Quitas tiempo a tu familia y amigos

Si cambiamos momentos de estar con la familia o los amigos para hacer deporte, debemos empezar a preocuparnos.

2.- Quitas tiempo al trabajo

No somos profesionales, el deporte  no nos da de comer. Ergo, lo primero es el trabajo.

3.- Obsesión con la imagen

Queremos adelgazar, marcar músculo, tener abdominales, no paramos de mirarnos al espejo. Nos preocupamos si después de una sesión no hemos bajado peso. Alarma.

Hay que estar atentos a las señales que nos manda el cuerpo al hacer deporte (iStock)

4.- Abuso de productos externos

Se pueden tomar geles, barritas, batidos de proteínas, pero con cuidado.

5.- Incapaz de parar

Estás lesionado, tienes dolores, y aun así te empeñas en salir a hacer running. Puede que tengas un problema.

6.- Depresión y cambios de humor cuando no haces deporte

Cuando consigues parar, porque te convences o porque, directamente, estás cojo, te pones de mal humor, deprimido. Y lo pagas con los que tienes al lado. Esos mismos a los que les has quitado tiempo para ir al gimnasio. Algo va mal.

7.- Trastornos alimenticios

No podemos comer solo pensando en el ejercicio y en cómo repercutirá ese alimento en nuestro próximo entrenamiento.

8.- Retos continuos

Acabas de cruzar la meta de un maratón y solo piensas en el siguiente. Incluso te harías otro el día después. No, tómatelo con calma. Sal con tus amigos, celebra el éxito.

9.- Entrenamientos muy largos

Tus entrenamientos se convierten en jornadas maratonianas. No sabes parar. Debes obligarte a hacerlo.

10.- Ya no disfrutas

Y lo más importante. Más allá de otros objetivos, hacemos deporte para disfrutar, para estar a gusto con nosotros mismos. En el momento en que para ti deje de ser una diversión y se convierta en una obsesión, en una obligación, entonces sí que has llegado a un punto problemático.

Oscar Fernandez: