Ahora que el verano está a la vuelta de la esquina y que la gente está tan entregada al sprint final de la Operación bikini, es un momento ideal para lanzar una proclama en favor de los fofisanos, esos hombres de chiringuito con tripita cervecera que nos vuelven locas, mucho más que algunos de los robot creados en salas de musculación.
Y es que no lo podemos remediar. Es salir el nombre de Leonardo DiCaprio a la palestra, por ejemplo, y nos sale una sonrisilla de oreja a oreja. Y es que algo ocurre con este tipo de hombres que te vienen a la mente obviando sus kilos de más. Por lo que sea tu cerebro se los imagina en traje, esbeltos y guapos, elegantes, y no en bañador, destapando sus carencias estéticas. Los fofisanos gustan y mucho por razones como éstas:
1. Naturalidad
El fofisano acerca al famoso a la vida real. Le humaniza. Tienen un físico que nos recuerda a los hombres de nuestro entorno. Son reales, como el resto de humanos y eso es de agradecer. Al famoso guapo con físico espectacular siempre se le vio como una aspiración divina, como el protagonista de nuestras carpetas y nuestras habitaciones en la adolescencia, pero no como el hombre con el que pasarías el resto de tu vida.
2. Generan empatía
Esto les pasa más a los hombres pero también a las mujeres. En los hombres, les sube el autoestima ver que otros de su misma especie son adorados sin necesidad de llevar una dieta estricta ni una rutina de entrenamientos digna de un profesional. Y algo parecido generan en la mujer, ya que nos atrae ese punto de sencillez y naturalidad que ofrece la imagen de cualquiera de los fofisanos famosos.
3. Ilusionan
Esa humanización y naturalidad que nos acerca a ellos produce un aumento del atractivo ya que generan ilusión en nosotras porque piensas que pasártelo bien no está reñido con tener unos kilos de más y ser atractivo. La imagen de un Russell Crowe en la actualidad es de buen rollo, mucho más que cuando encarnó al protagonista de Gladiator por muy bueno que estuviera entonces. Los comparas y tu cerebro asocia rápidamente la idea de que con el Crowe actual te lo pasarías mucho mejor.
4. Aumentan nuestro ego
Hay que reconocer que el atractivo por los fofisanos tiene también su punto egocéntrico. Y es que, en general, nos sube la moral ser las guapas de la pareja. O al menos estar equiparados en cuanto a belleza. Llevar a tu lado al Brad Pitt de ¿Conoces a Joe Black? lo convertiría en algo imposible. Y es que muchas no nos acordamos de qué iba esa película, pero podríamos pintar a Brad de pies a cabeza… sin embargo, vuelve a ser la imagen de una divinidad que te eclipsaría, por lo que tu cabeza te hace retomar el camino de los fofisanos.
5. Por su aire triunfal
La gran clave de por qué nos gustan los fofisanos es ésta. Lo resume perfectamente. Y es que la imagen que dan es la de triunfadores por los cuatro costados. Gente que no necesita fabricarse una imagen al detalle sino que desprende felicidad y éxito tal cual son. Y eso aumenta su atractivo de manera sobresaliente.