6 beneficios de echarte una siesta en verano

Mejorar la creatividad o los reflejos son algunos de los beneficios de echarte una siesta. (iStock).

Todo son beneficios. Una siesta no puede tener contraindicaciones. Me niego. En verano, en invierno y en cualquier época del año. Qué gustazo da echarse la siesta. Ya sea de sofá con el Tour de Francia de fondo (eso en verano) o en cama con pijama y todo (este verano mejor sin pijama). En fin, que me pierdo. Más allá de este irónico (pero cierto) comentario, hay estudios que demuestran que son varios los beneficios de echarte una siesta en verano. Vamos a ver algunos de ellos.

En otro momento se podrá hablar de cómo deben ser estas siestas. Está muy extendida la opinión de que no pueden exceder los 30 minutos. No obstante, se ha inquirido mucho en el asunto y se ha resuelto que, dependiendo de la longitud de la misma, aparecerán unos beneficios u otros.

1. Problemas

En esto la siesta coincide con el deporte. ¿A ti no te pasa que sales a correr con una cosa en la cabeza que te reconcome y, al regresar, ves la solución mucho más factible y cercana? Con la siesta sucede algo muy parecido.

2. Estado de ánimo

Otro de los beneficios de echarte una siesta en verano es que mejorará tu estado de ánimo. Y, tal y como está viniendo este periodo estival, con las temperaturas abrasadoras, no viene mal compensar la mala sangre que entra cuando no se baja de 40 grados a la sombra. Al igual que en el primero de los ejemplos, este aspecto positivo también es compartido con el deporte. Se puede ya concluir, por tanto, que deporte y siesta son absolutamente compatibles. Incluso necesarios. Pero bueno, vamos a seguir.

La siesta mejorará tu concentración. (iStock).

3. Reflejos

Descansado y despierto mejorarán tus reflejos. Es algo lógico. Eso sí, quizás no mejoren justo después de abrir los ojos, así que espera un poquito antes de ponerte a montar esa estantería, que no queremos disgustos.

4. Concentración

Una siesta también ayudará a que, posteriormente, estés más concentrado. Por ejemplo, si estás haciendo algo que te requiere de alta concentración y, después de muchas horas, ya cuesta mucho, está comprobado que parar, comer –si es la hora de comer y, por ende, la anterior a la siesta– y echarse un rato mejorará notablemente tu rendimiento.

5. Creatividad

Va en línea con lo anterior. Son muchos los genios como Einstein o Da Vinci que no perdonaban una siesta.

6. Productividad

Para terminar con la lista de beneficios de echarte una siesta, este que entronca directamente con los dos anteriores: más concentración y creatividad, ergo, más productividad.

Oscar Fernandez: