Quieres conocer a tu chica todo lo posible, también en la cama. Por esta razón, deberías descubrir dónde le gusta más que la toquen, qué le hace estremecerse y qué le resulta desagradable. La experiencia nos dice que las mujeres suelen ser más sensibles en sitios determinados de su cuerpo y estos son 7 puntos que debes tocar a tu chica para volverla loca:
1. La clavícula
La clavícula es la clave. La tenemos ahí al lado del cuello y las tetas y no le hacemos ni caso. Es, sin embargo, un lugar muy sexy para mostrar, y muy sensible para ellas. Tócala lentamente o bésala y comprueba los resultados.
2. La nuca
No solo vale la nuca para dar collejas, abusón. Esta, como la clavícula, es sexy básicamente por omisión. Retira su pelo hacia un lado y sopla, dale pequeños bocados o rózale la nuca con un dedo.
3. Los pies
Hay gente a la que le encantan, y a otras les parece muy desagradable. Así que tienes que descubrir si a tu bella durmiente le gusta que le manoseen los pinreles o mejor le dejas el zapatito puesto.
4. Las axilas
A ver, mejor después de que se haya duchado. Pero las axilas, como toda intersección entre extremidades y tronco, son una zona muy sensibles, muy vascularizadas. Igual le parece extraño que le metas la mano bajo el ala la primera vez, pero ya verás que tiene éxitos asegurados.
5. La cresta ilíaca
O lo que es lo mismo, los huesos de la cadera, cerca del meollo. Por su cercanía a la zona genital, estos huesos son de lo más sensible. Mucho más si usas la boca.
6. La cara
Muchos de nosotros vamos directamente al pan y nos olvidamos de que muchas veces lo más sexy es ser sutiles. Darle besitos por la mejilla, nariz, frente, comisura de la boca o hasta en los ojos -cerrados, no nos pasemos de colgados- le puede resultar muy estimulante a tu chica. La barbilla es también un buen punto.
7. La parte interior de los muslos
Las piernas hay que tocarlas bien, que las tenemos olvidadas. Especialmente sensibles son la zona interior de los muslos y la parte de detrás de las rodillas. En menos de 10 segundos, si la tocas bien y con cariño, tendrá todo el cuerpo de piel de gallina.
En definitiva, esto es prueba y error. Quizá a tu chica le horrorice que le toquen los pies pero le ponga muchísimo que le des mordiscos en las mejillas. Lo bueno es que siempre hay una segunda oportunidad para seguir probando, así que empieza cuanto antes.