¿Son los pies la parte más maltratada del cuerpo? Probablemente sí. Tanto físicamente, por todo lo que sufren aguantando todo el peso de nuestros cuerpos como verbalmente, ya que son fruto de las críticas de la mayoría de las personas por su estética. Ha llegado la hora de levantar la voz y cantarle al amor por los pies, porque si te paras a leer estas razones tan variadas, recapacitarás y acabarás amándolos:
1. Por el sexo y su punto fetichista
Quizá no tengas el privilegio de sentir ese halo fetichista que tienen los pies en la cama. No sabes lo que te pierdes. Es increíble como una parte del cuerpo tan rechazada en circunstancias normales pasa a ser tan protagonista cuando el sexo está de por medio. Y es que dan mucho juego si das rienda suelta a la imaginación...
2. Por lo bonito que es jugar con los de un bebé
Esto lo sabes si has tenido un bebé cerca en la familia, especialmente un sobrino o, sobre todo, un hijo. No se puede describir con palabras lo que uno siente cuando ve y toca esos piececitos pequeños tan bonitos y adorables. Y es imposible no acabar merendandotelos porque además a ellos les suele encantar.
3. Por cómo lucen los zapatos de tacón o una buena sandalia
¿Qué sería de la moda sin los pies? Los bolsos y los zapatos son joyas sin las que una mujer no podría lucir igual. Y las maravillas que pueden lucirse en los pies en forma de zapato o sandalia de tacón son suficiente motivo para amar a nuestras sufridoras extremidades.
4. Por esas fotos en verano para Instagram
Desde que Instagram apareció en nuestras vidas ya no nos importa el posado de Ana Obregón. Solo nos importa posar con nuestros pies como protagonistas y el agua o la arena de fondo. Esto es así. Y si la gente le da tantos likes es que gustan más de lo que creemos pero no nos hemos parado a pensarlo lo suficiente.
5. Porque te permiten ver y llegar a sitios increíbles
Es de perogrullo pero no deja de ser la razón más importante para amarlos. Los pies son una mochila de kilómetros que nos permiten llegar a los lugares más mágicos del planeta y disfrutarlos. Y es un privilegio poder hacerlo solos y libres, sin depender de nadie más que de ellos, del que desgraciadamente no todo el mundo puede disfrutar.
6. Por el placer que supone andar descalzo y recibir toda la energía
Un paseo por la playa o simplemente llegar a casa y descalzarse y pisar es algo maravilloso. Un placer sencillo pero divino que te recarga pilas como casi nada en el mundo, ¿verdad?
7. Por el placer de recibir esos masajes tan increíbles
Los pies son una de las mejores zonas del cuerpo humano para recibir un masaje de placer. Y si no has tenido la suerte, estás tardando en probarlo. Y si no tienes nadie que te lo dé, dátelo a ti mismo. No puedes pasar ni un minuto más sin este placer que te hará amar mucho más a los pies.
8. Por el lujo que supone cuidarlos
Una buena pedicura y elegir el color que más te apetece para uñas según tu estado de ánimo. Es un ritual personal que para muchas personas supone un gran placer, muy relajante y gustoso. Además, son como el espejo del alma porque normalmente los esmaltes que se eligen en cada momento dependen mucho de cómo nos encontremos y de la época del año.