Hasta la persona más higiénica del mundo se ha enfrentado a ese dilema existencial que se nos pone delante en el momento en el que nuestras zapatillas favoritas necesitan una ducha profunda y no sabemos cómo hacerlo.
Las zapatillas, ya sean utilizadas para pasear como para hacer deporte, se manchan y acumulan sudor, de manera que tanto los olores como la pérdida del color original por la suciedad se hacen imposibles de soportar por mucha que las dejes toda la noche al aire libre con 3 grados bajo 0. Y no, la lavadora nunca es la mejor idea en estos casos por mucho que el 90% de las veces salgan limpias y sin romper. En ese caso estás jugando a la ruleta rusa así que mejor lee estos trucos para lavarlas correctamente:
1. Hay que ir por partes
No se pueden lavar todas las partes a la vez porque son materiales diferentes. Ésta es una de las razones por las que no debes meterlas en la lavadora. Separa cordones y plantilla del resto de la zapatilla antes de empezar con el lavado.
2. Los cordones, en agua caliente
Los cordones se lavan de maravilla en agua caliente con jabón o directamente puedes incluirlos en la lavadora donde saldrán como nuevos.
3. Desinfecta la plantilla
Es bueno no solo lavarlas, sino también desinfectarlas porque es la zona más propensa a la acumulación de bacterias. Cada uno suele aplicar el remedio casero que más le gusta, pero mínimo es bueno meterlas en un barreño con agua caliente y jabón e incluso un poco de bicarbonato o algún remedio natural que utilices habitualmente para desinfectar.
4. Quita las acumulaciones de suciedad
Antes de entrar en materia con la zapatilla, ayúdate de un bastoncillo de los oídos, un alfiler o cualquier otra herramienta que te permita introducirla en las grietas y agujeros de la zapatilla para quitar esa suciedad que no son manchas, sino acumulaciones de grasa, arena, barro, etc.
5. Utiliza un trapo húmedo para el interior
Es una de las zonas más delicadas. No puedes empaparla porque el tejido sufrirá y luego es muy difícil que se sequen bien así que utiliza un trapo húmedo para limpiarlas junto con algún producto específico de limpieza.
6. El spray sigue siendo una buena opción final
Si eres de los que tiende a sudar mucho, es bueno terminar el lavado con algún spray para el interior, pero es importante hacerlo una vez se sequen las zapatillas por dentro.
7. El papel de periódico es un gran aliado
Las zonas interiores de las zapatillas no se secan con dejarlas al natural porque es como un bosque tupido en el que no entran los rayos del sol. El mejor secreto es ponerle papel de periódico y ya verás cómo absorbe toda la humedad.
8. El exterior, a mano
Por si acaso, conviene leer bien de qué material está hecha la zapatilla. En general, todos son similares, pero siempre conviene saber qué material es y cuál es la mejor forma de lavarlo. Excepto el cuero, que es muy delicado, en principio bastaría con utilizar agua y detergente y frotar a mano con algún utensilio tipo cepillo fino o estropajo suave. Con mucho cuidado y a conciencia, repasa todas las zonas y restriega fuerte para que vuelvan a tomar su color original.