La fisioterapia es parte de la vida de cada vez más personas. Es un servicio para el que mucha gente guarda una parte de su presupuesto mensual porque sus beneficios son sobresalientes. Cada persona necesita un tratamiento determinado y cada fisio está especializado en alguno de los muchos que existen. Uno de ellos es la punción seca, una técnica semi-invasiva que utiliza agujas de acupuntura para ello.
La punción seca es semi-invasiva porque las aguas penetran en la piel de forma que pueden presionar el punto de gatillo miofascial, que es aquel, a grandes rasgos, en el que se concentra el dolor. Suele ser un dolor que se acrecenta al ser presionado y es muy característico además de muy irritable. La punción seca es muy efectiva trabajando sobre estas molestias, da igual del tipo que sean de las varios que hay, de forma localizada.
Los puntos gatillo tienen unas características concretas ampliamente estudiadas y pueden ser de diferentes tipos o estar en diferentes estados, estos puntos pueden aparecer por diversas causas: una corriente fría que afecta directamente al músculo, un movimiento repetitivo, mantener el músculo durante largo tiempo en una posición acortada, un golpe o incluso una inyección.
Las agujas de acupuntura que trabajan en la punción seca no llevan ningún tipo de sustancia. Estas se encargan exclusivamente de detectar y localizar bien el punto de gatillo y servir de prolongación de las manos del fisioterapeuta, ya sea mediante una punción superficial o profunda.
Lo que consigue este método con su efectividad es disminuir la tensión muscular sobre los puntos. La contracción voluntaria del músculo y la posterior relajación y estiramiento al liberarlo de la presión permiten esa mejora, recuperando las buenas sensaciones de la zona y rebajando por supuesto el dolor.
La labor del fisio es muy importante para mantener los altos niveles de éxito de la técnica. Para ello, debe localizar muy bien el punto de gatillo y saber de qué tipo es, además de por supuesto complementar la técnica con su buen hacer con las manos. Y también es importante la buena colaboración del paciente, especialmente en las recomendaciones que el fisio le marque para el día a día durante el proceso de recuperación de la lesión.