La apnea del sueño sucede cuando se te para la respiración mientras duermes. Esto puede ocurrir varias veces durante una noche, hasta 30 veces por hora. Generalmente no es una afección demasiado peligrosa.
La forma más habitual es la apnea obstrusiva: las vías respiratorias se estrechan parcialmente cuando dormimos -los músculos de la garganta se relajan, como todos los demás- y esto provoca una peor respiración, paros esporádicos y los temidos ronquidos.
1. Síntomas de la apnea de sueño
No todas las personas que roncan tienen apnea, pero sí que los ronquidos son un síntoma típico de la apnea. Respecto a los ronquidos, es importante que tu pareja o algún amigo se fije en si tus ronquidos se vuelven más fuertes, si se interrumpen en algunos momentos porque tu respiración se detiene, si jadeas y resoplas...Estos patrones suelen repetirse incesantemente por la noche en las personas que sufren apnea obstrusiva. Además, otros síntomas incluyen fatiga y dolores de cabeza matutinos.
2. Causas
Aparte de la relajación muscular, la apnea es más habitual en personas con sobrepeso. Ser hombre también supone una mayor probabilidad de sufrir de esta afección, Un cuello y lengua grandes también favorece la aparición de la apnea. Finalmente, las amigdalas también suponen un factor de riesgo.
3. Tratamiento
La apnea no es diagnosticada habitualmente (básicamente porque no es fácil que un doctor se eche una siestita con nosotros), pero es fácil de identificar. Si vas al doctor, te pueden hacer un número de examenes físicos, además de preguntarte por tu historia clínica.
Respecto al tratamiento, lo primero que se recomienda es algunos cambios de estilo de vida: evitar el alcohol, evitar dormir boca arriba y bajar de peso, en caso de exceso. Esto permite mejorar en casi cualquier caso.
En el caso de apnea obstrusiva, muchas veces se recomiendan dispositivos de presión positiva en vías respiratorias (CPAP), utilizando una máscara sobre la nariz conectada a una máquina. No obstante, hay gente que no consigue acostumbrarse a dormir conectado a una máquina. En esos casos, de manera excepcional, se puede recurrir a cirugía. Esto no es habitual y las probabilidades de reducción total de la apnea son relativamente bajas.