Toda la verdad sobre los cigarrillos electrónicos

Cada vez surgen más establecimientos de venta (Foto: iStock)

Desde que hace unos años empezarán a proliferar los establecimientos especializados en cigarrillos electrónicos, este producto se puso en boca de la opinión pública y el debate sobre ellos todavía perdura en la actualidad. ¿Sabes realmente lo que son y cómo influyen?

Numerosos estudios de expertos han centrado sus intereses sobre este producto, y lo cierto es que los diferentes resultados son apabullantes. No son como, quizá por otro tipo de intereses, lo mismo que el tabaco tradicional. Son menos agresivos contra la salud. No hay duda. Pero sí que conviene partir de la realidad: no es tan saludable como dejar de fumar.

Los cigarrillos electrónicos contienen una mezcla de sustancias que producen daños, pero la primera gran noticia es que no provocan las mismas consecuencias en la figura del “vapeador pasivo”; es decir, no atacan a la salud de los demás como lo hace el tabaco. Se podría decir que están basados en una estrategia de reducción de daños ya que los productos tóxicos que contiene un cigarrillo electrónico están presentes en una cantidad ínfima en relación con el contenido de un cigarrillo.

Cada vez hay más "vapeadores" tras haber abandonado el tabaco tradicional (Foto: iStock)

Hay que tener en cuenta que en España fuma casi el 30% de la población pese a todas las prohibiciones que introdujo la nueva ley. Por este dato precisamente son una herramienta de transición para dejar de fumar recomendable e interesante, ya que pueden impactar en un porcentaje de la población realmente sobresaliente.

Eso sí, expertos médicos coinciden en la necesidad de limitar el uso de los cigarrillos electrónicos a nivel legal porque no quiere decir que sean un producto libre de adicción. Lo realmente recomendable es que nadie tuviera que recurrir a ellos, por lo que son interesantes para fumadores, pero se debe evitar que personas que no fumen empiecen a tener el hábito de utilizar cigarrillos electrónicos. Es fundamental por ello que no tengan acceso los menores de edad y que tampoco se puedan usar en espacios públicos cerrados.

Por último, conviene alertar también a los fumadores que deciden afrontar el cambio del tabaco al cigarrillo electrónico que los datos de personas que dejan de fumar completamente gracias a este producto son positivos pero no aseguran que sean definitivos como paso previo para dejar de fumar. Al menos, como antes decíamos, habrán reducido riesgos para su salud y tendrán muchas opciones de hacerlo, pero desgraciadamente no termina de ser completo el impacto.

Los cigarros electrónicos también deben ser usados con moderación (Foto: iStock)

Es el mejor ejemplo para concluir con una visión positiva de los cigarrillos electrónicos pero a la vez con una dosis notable de moderación. No son la panacea de todos los males. Son, en cambio, una herramienta útil para disminuir el consumo de tabaco.

Eva García: