Cuando empiezas una relación, siempre hay un cierto miedo a que la cosa no funcione en la cama. Cuando llevas más tiempo, caer en una rutina sexual también genera inseguridad. Las preguntas que siempre nos hacemos es “¿le gusta?” “¿qué podría hacer mejor?”. Aunque estas inseguridades siempre estarán ahí, hay una serie de trucos que pueden mejorar mucho vuestras relaciones sexuales y ayudarte a volverla loca en la cama.
1. Bésala bien
No es que haya una forma de besar mejor que otras, pero cuida los besos. Juega con ella, cambia de intensidad, acaríciala…Da igual que llevéis 20 años casados, un buen beso siempre será la mejor forma de conquistar a una mujer.
2. “Guarrea” un poco (verbalmente)
Tanto para los preliminares como para cuando estéis al tema, calentar las cosas un poco siempre viene bien. Susúrrale al oído lo que planeas hacer con ella. Igual le van cosas más agresivas o incluso obscenas, fíjate en sus reacciones para saber qué le gusta y qué no.
3. Busca nuevos puntos débiles
Le hacemos poco caso a lugares como la cadera, la clavícula, la nuca o los muslos, pero bien besados/acariciados pueden volver loca a tu pareja. Los puntos débiles clásicos –cuello, orejas…-también son efectivos, pero no repitas siempre lo mismo. Aquí hemos venido a jugar, que no se te olvide.
4. Cumple sus fantasías
Las mujeres no son muy dadas, por lo general, a revelar sus fantasías. Aun así, cuando coges confianza, es más sencillo empezar a entenderlas. Igual es algo tan básico como hacerlo en un lugar de la casa, o le van cosas más locas –hacerlo en público, disfraces, bondage…-…Pero si de verdad quieres volverla loca, hazlo todo.
5. Entiéndela
Esto es lo más difícil, y lo más necesario. Cuando has estado con varias mujeres, compruebas que a cada una disfruta intensamente de cosas distintas. No hay dos iguales: acabarás adaptando todo, preliminares, forma de besar, masturbar, el sexo en sí, a lo que le gusta –y lo mismo hará ella-.
Por lo tanto, lo principal para volverla loca en la cama es tener en cuenta es que el sexo es una forma de comunicación y disfrute mutuo, y hay que adaptarse el uno al otro. Que no se te olvide que lo que a ella le gusta es tan importante como lo que a ti te gusta. Si tienes eso en mente, la volverás loca en la cama.