Descubre todo sobre la batata y cómo incorporarla a tu dieta

Introduce la batata en tu alimentación (Foto: Pixabay)

El evidente auge gastronómico que vivimos no solamente afecta a la hostelería y a la fama de la profesión de chef, sino que ha alcanzado también a los comercios de alimentación y mercados, donde afortunadamente cada vez es más sencillo encontrar una mayor variedad de ingredientes. Muchos los desconocemos hasta que los vemos, y otros, como la batata, nos suena de oídas pero realmente no sabemos a ciencia cierta lo que es y cómo se puede cocinar.

La batata es efectivamente una hortaliza, algo que sí es sabido en general, similar a la patata pero con un sabor distinto. Si has oído hablar del boniato, debes saber para evitar confusiones que son lo mismo, al igual que si escuchas a alguien que se refiere al camote o a la patata dulce. Todos son sinónimos de batata.

Lo que ocurre con este ingrediente es que puedes encontrarlo de diferentes formas e incluso tonalidades porque, al igual que su prima hermana la patata, la batata también se divide en diferentes géneros.

Llámalo batata, boniato o patata dulce (Foto: Pixabay)

Todas y cada una de las variedades de batata son de origen americano, concretamente de la zona subtropical sudamericana, y desde allí llegó a Asia debido al transporte marítimo, en este caso se cree que de navegantes españoles. Desde Asia, especialmente desde Filipinas y las Islas Molucas, los portugueses completaron su introducción en continente asiático al llevarla a China y Japón.

Hoy se cultiva en todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Incluso su cultivo se produce ya en España, en la zona con clima más benévolo de Andalucía, donde también se ha conseguido producir con éxito alimentos de origen tropical como el mango o el aguacate. La batata necesita unas temperaturas medias durante su cultivo de al menos 21 grados centígrados y un ambiente de humedad importante, como se puede deducir de su origen subtropical.

Desde el punto de vista nutricional se trata de un producto muy interesante ya que tiene un valor energético considerable. Contiene un 72% de agua, apenas tiene grasas y proteínas, pero en cambio su aporte de hidratos de carbono es más elevado que otros productos similares. Además, de su contenido mineral destaca el potasio, pero también contiene calcio, fósforo, magnesio, hierro y cinc. Entre las vitaminas que aporta, hay que decir que contiene diferentes cantidades de todas ellas, especialmente A y C, excepto de la B12, que es exclusivamente de origen animal.

Su aporte nutricional es muy interesante (Foto: Pixabay)

A nivel estrictamente gastronómico, es un ingrediente al alza porque aporta matices muy curiosos ya que la presencia en ella de almidón y azúcares naturales hace que sepa dulce, lo que no es muy habitual en una hortaliza. Esto hace que se utilice bastante en repostería para todo tipo de postres y productos como las mermeladas y confituras exentas de azúcar o con muy poca cantidad de ella ya que lo aporta la batata de manera natural.

Pero no queda ahí su uso por supuesto, ya que es muy versátil en platos salados por su capacidad de aportar el punto dulce a los platos. En puré está espectacular y, al igual que la calabaza, sabe genial asada. Dentro de su infinidad de usos, puede cocinarse también al vapor, se pueden hacer chips de batata como snack o incluso puede ser la protagonista de una salsa para una carne por ejemplo. Va muy bien también junto a legumbres como el garbanzo y productos como el cuscús o la quinoa.

Rubén García: