Kim Kardashian ha revolucionado el mundo ‘celeb’ con su espectacular cambio. Tras haber engordado 30 kg con sus dos embarazos, Kim se ha puesto en manos de la nutricionista Colette Heimowitz, famosa entre la alta sociedad americana y ha seguido sus consejos nutricionales durante más de un año. El cambio es evidente.
Heimowitz impuso a Kardashian una dieta de 1.800 calorías. Dieta que ha seguido a rajatabla y que ha repercutido ostensiblemente en su aspecto: “Kim ha intentado que su pérdida de peso sea lo más lenta posible, porque sabe que perder el peso rápido no le dará los resultados que busca”, aclara Heimowitz.
A veces no ha sido fácil seguir la dieta impuesta. La mayor de las Khardasian ha tenido que acudir a eventos y demás actos promocionales. Actos dónde la mayoría de productos que servía estaban fuera de su tratamiento.
La dieta de Kim Kardashian
Desayuno: Queso, vegetales y una tortilla solo con huevos.
Almuerzo: Para comer entre horas tomaba barritas de frutas y frutos secos y otras de humos con vegetales o yogur griego
Comida: Casi siempre pollo a la plancha con calabaza acompañada de una ensalada de espinacas y algo de queso feta.
Cena: Fideos hechos con pollo o calabacín.
La nutricionista, además de hacer hincapié en el ejercicio, incluía poco a poco, más carbohidratos en la dieta de Kim: “Puede comer una porción de arroz integral, quinoa o patatas dulces. A medida que vas perdiendo peso puedes comer un poco más de carbohidratos porque ya no te quedan tantos kilos por bajar, aclara.
La importancia de hacer ejercicio
A Kim Kardashian le encanta el fitness, hace sesiones de zumba y boxeo y en algunas ocasiones ha practicado entrenamiento militar. Con la dieta, ha tenido que cambiar un poco sus ejercicios, haciendo hincapié en el trabajo aeróbico para perder peso poco a poco. Lo último, ejercicios de musculación para lucir el cuerpo más tonificado.