Por qué sí puedes (y debes) tomar yogurt si no toleras bien la lactosa

Los lácteos son fundamentales en una dieta equilibrada (Foto: Gtres)

La lactosa es uno de los términos de moda en el mundo de la alimentación. La desinformación o el exceso de la misma han provocado que muchas personas se hayan sugestionado tanto con las teorías que avalan la necesidad de abolirla de las dietas, hasta tal punto que se han auto diagnosticado problemas para digerirla y han decidido no tomarla más de manera drástica. Una decisión que también han adoptado otras personas que sí han sido diagnosticadas con este problema por un médico especialista. En ambos casos, esto es un error grave que conviene explicar detenidamente.

La mayoría de la población ni siquiera sabe qué es realmente la lactosa, que no es más que el azúcar de la leche de los mamíferos. Es totalmente veraz que existen personas con problemas para digerirla. Esto se produce porque en sus intestinos hay menos cantidad de lactasa de la habitual. La lactasa es una enzima que se produce de forma natural en el intestino delgado y es la encargada de romper la lactosa, facilitando de esa manera su digestión. Esto no quiere decir ni mucho menos que estas personas no puedan tomar nada de lactosa ni tampoco que la mayoría de los seres humanos sufran este problema, que es lo que quieren hacer ver algunas corrientes de opinión cuyo mensaje equivocado está calando en la opinión pública.

Dentro de los individuos que sufren problemas para digerirla, existen grados, algo que es fundamental pronosticar por especialistas para así poder tomar el camino correcto en la alimentación. Lo que poca gente sabe es que la mayoría de la gente puede llegar a tolerar la lactosa aunque sea en pequeñas cantidades. Aún así, el nivel más habitual es el más bajo, que permite digerir hasta 12 gramos de este azúcar al día.

La importancia de los productos lácteos en la dieta

Es conveniente saber al importancia de incluir productos lácteos en la dieta ya que estos alimentos son una de las fuentes de calcio más ricas, por lo que contribuyen a mantener una buena densidad ósea.

Sí es cierto que la leche es un alimento no recomendado para las personas que no toleran bien la lactosa. Pero hay un lácteo magnífico para ellos: el yogurt. Junto con algunas variedades de quesos, el yogurt es uno de los productos más recomendados para todas ellas. De hecho, un organismo oficial de la importancia de la Agencia europea de seguridad alimentaria así lo reconoce.

El yogurt, que suele contener menos grasa que determinados quesos, tiene a su vez dos grandes ventajas con respecto a la leche: por un lado, permite digerirla mejor ya que las bacterias ácido-lácticas que tiene en exclusiva contienen beta-galactosidasa, que es una enzima que aumenta los niveles de lactasa en el intestino delgado. Esto es fundamental ya que, como explicamos al principio del texto, la lactasa es la encargada de ayudar en la digestión de la lactosa.

Por otro lado, en el proceso de fermentación del yogurt se produce una hidrólisis (lo que vulgarmente conocemos por descomposición) de entre el 20 y el 30% de la lactosa lo que provoca que la presencia de ésta sea mucho menor que en la leche. Exactamente, el yogurt contiene 4 gramos de lactosa por cada vasito de 125 gramos, frente a los 12 de cada vaso de leche de 250 gramos.

Además, el yogurt tiene la ventaja extra que le aportan al estómago su textura y viscosidad, ya que retardan el vaciamiento gástrico y el tiempo del tránsito intestinal, de tal forma que la lactasa y las bacterias del yogurt puedan trabajar con más margen.

Los escasos 4 gramos de lactosa que contiene un yogurt permiten además repartir el consumo de los 12 gramos recomendados al día en una persona con problemas para digerirla. Está demostrado que cuanto mejor se reparta su consumo a lo largo de la jornada mejor se tolera, de manera que el yogurt es el producto ideal para hacerlo.

Ademas, es un alimento tan versátil y combinable que puedes tomarlo en cualquiera de las comidas del día, siendo especialmente ventajoso en el desayuno combinado con fruta y cereales. De esta forma, empezarás el día con una dosis de energía sobresaliente y con un patrón de alimentación 100% equilibrado y saludable.

Maria Aguirre Alvarez: