Las espinacas son dentro de las verduras de hoja verde probablemente las más beneficiosas para la salud. Al menos son un alimento perfecto para runners y cualquier otra persona que haga deporte asiduamente por su extra de energía en forma de nutrientes que ayudan también a prevenir lesiones. Es rica en antioxidantes, vitamina E, mejora la actividad cerebral y ayuda a controlar el peso entre otras muchas virtudes. Por la noche, al igual que ocurre con la mayoría de las verduras, es un plato ideal para tomar como cena.
Puedes prepararla además de muchas formas, como acompañamiento, como base de una ensalada o en forma de sopa vitamínica, que es la receta que te traemos hoy. Eso si, puedes alterarla a tu gusto porque admite prácticamente cualquier cambio. Lo importante es controlar los detalles como las grasas de sus acompañantes y la sal. Para cocinarla, necesitarás la siguiente lista de ingredientes:
Un manojo de espinacas
Una taza de fideos
Una cebolla
Un litro de caldo de ave bajo en sal
Una taza de leche desnatada o 200 ml de leche evaporada (opcional)
Nuez moscada o en su defecto hierbas aromáticas al gusto.
Aceite de oliva virgen extra
La preparación es muy sencilla. En primer lugar debes lavar bien las espinacas con agua fría y picarlas en trozos no demasiado pequeños. Pica además la cebolla y sofríela con un poco de aceite de oliva virgen extra. Podrías hacerlo con mantequilla pero hay que evitar las grasas perjudiciales para la salud en la medida de lo posible.
Añade al sofrito las espinacas y rehógalo todo un par de minutos antes de bañarlo con el caldo. Sin ninguna prisa, para que cueza despacio, baja el fuego y déjalo unos 25.30 minutos.
A continuación, dependiendo de si te gusta comer las espinacas o eres de las personas a las que les cuesta masticar las verduras de hoja verde, puedes licuar la mezcla para que te quede una sopa sin tropezones. Tanto si decides hacerlo como si no lo haces, lo único que faltaría es mantener la mezcla en el fuego y añadir los fideos unos minutos a fuego lento.
A última hora, incorpora si lo deseas la leche para espesar la sopa pero si te gusta menos tipo crema y sobre todo más desgrasada, no la añadas. Eso sí, añade una cucharada de nuez moscada o de alguna hierba que te guste y una pizca de sal.
Tanto la leche como el licuarla o no son pasos opcionales. Si no añades la leche parecerá más sopa que crema y sobre todo será más ligera e igualmente rica; de hecho sabrá más a las espinacas y la cebolla. En el caso de licuarla o no sí que la diferencia es sobre todo de textura según sea el paladar de cada uno.