Tanto endocrinos como nutricionistas y cualquier otro profesional de la alimentación con buena formación como los chefs son conscientes de la importancia y repercusión que tiene una dieta saludable en la salud de las personas. Entre todos los detalles que se están difundiendo a la opinión pública constantemente para que ésta tome conciencia de ellos, hay uno más novedoso pero igual de importante: reducir la inflamación.
Cuando hablamos de una inflamación derivada de una mala alimentación no se refieren evidentemente a la que generada por una contusión provocada por una caída o similar. Se refieren a las inflamaciones internas que generan los malos hábitos de vida, las malas digestiones, alergias y otros ataques que sufre el organismo por no comer adecuadamente.
Fruta, verduras, hortalizas, algas, cereales y legumbres ayudan todos ellos a una mejor puesta a punto del organismo. Las dietas ricas en estos alimentos son mucho más saludables para el intestino, aparato digestivo y en definitiva todos los órganos de nuestro cuerpo, que es un gran sistema comunicado entre sí.
Dentro de estos tipos de alimentos, existen algunas variedades en concreto que son especialmente positivas para atacar las inflamaciones internas porque por su composición son ingredientes con un fuerte poder antiinflamatorio. Éstos son algunos por si quieres incluirlos en tu dieta:
Piña: además de baja en calorías, es muy recomendable para reducir inflamaciones postoperatorias y también los producidos por la artritis.
Pomelo: muchas frutas tienen condiciones antiinflamatorias. Entre ellas están casi todos los cítricos, ricos en vitamina C. Uno maravilloso es el pomelo, que ayuda a reducir la inflamación de los tejidos.
Cebolla: magnífico alimento depurativo y rico en nutrientes que favorecen la protección antiinflamatoria. Además, es rico y muy fácilmente introducible en cualquier dieta.
Nueces: uno de los mejores frutos secos que existen. Rico en Omega-3 y en otros nutrientes maravillosos para la salud del organismo. Como todos los frutos secos se deben tomar con moderación por su alto contenido graso pero siempre deben estar presentes en una dieta saludable y que quiera evitar inflamaciones.
Semillas de chía: son unas semillas con cualidades positivas para el organismo casi al 100%. Entre otras cosas, son ricas en ácidos grasos Omega-3, que ayudan a estabilizar los niveles de azúcar de manera saludable. Van muy bien en las ensaladas y en el desayuno por ejemplo con yogurt.
Aceite de oliva virgen extra: el AOVE es una maravilla de la naturaleza española. Y dentro de todas sus propiedades también están las antiinflamatorias porque es rico en oleocantal, una sustancia que ayuda mucho en este sentido al organismo, y también es rico en vitaminas A y E además de en ácido oleico, una grasa natural beneficiosa.
Cacao: para que te des un capricho excepcional. Sin abusar de él, el chocolate negro tiene nutrientes antioxidantes como la vitamina A y la E. Además, tiene propiedades tan saludables antiinflamatorias como el vino por sus taninos. Eso sí, que sea puro.
Cualquier cítrico como hemos dicho antes, los rábanos, las semillas de calabaza, el salmón o algunas especies como la canela o la cúrcuma son algunos de ellos.