Los suplementos alimenticios que se utilizan en los gimnasios y por parte de los deportistas de élite no tienen por qué provocar impotencia. Según el Instituto Andrológico, "la disfunción eréctil es la incapacidad para mantener la erección lo suficientemente rígida para permitir una relación sexual satisfactoria". Esta disfunción, según el Dr. Luis Rodríguez Vela, puede ser causada por un factor físico o psicológico. La pérdida del apetito sexual o el hipogonadismo son leyendas urbanas que perviven en el imaginario colectivo. Sin embargo, estos relatos distan de contrastarse en la realidad.
Es clave tener información de primera mano, pues el rigor sirve para contrarrestar los mitos sobre los suplementos.
La impotencia no es el único mito perjudicial sobre los suplementos alimenticios y energéticos que se ha extendido como la pólvora. No obstante, sí que es uno de los más populares.
Su existencia tiene una explicación científica. Hay esteroides anabólicos que son sustancias de síntesis derivadas de la hormona sexual testosterona. Por lo tanto, si administramos, en un plan de entrenamiento, más testosterona que la que nuestro propio cuerpo puede asimilar, el organismo va a recibir una señal relativa a que se ha incrementado artificial y notablemente este nivel de testosterona.
Por consiguiente, nuestro cuerpo deja de producirla. Cuando finaliza el ciclo de recepción de la testosterona mediante suplementos, nuestro cuerpo tiene que volver a producir la cantidad adicional a la que se le había acostumbrado.
Según los especialistas de urología de la Clínica Las Condes, el mal uso de los suplementos con esteroides anabólicos provoca la impotencia, entre otros efectos secundarios. Esta consecuencia lamentable se debe a una administración de este producto que no ha sido supervisada profesionalmente.
Por último, señalamos que el empleo moderado de suplementos no ocasiona impotencia. Además, puedes descartar este problema en el caso de los compuestos por ingredientes naturales. En todo caso, te conviene pedir información a monitores y profesionales médicos.