Dicen profesionales y expertos que la natación es el deporte más completo. Con él se ejercitan varios grupos musculares, desde los de la piernas hasta los de los brazos, pasando por el tronco. Es habitual que los médicos recomienden nadar para mejorar algunas patologías. Pero también sucede que muchas personas son reacias a ir a la piscina. El agua no es el medio habitual para el ser humano y puede suscitar cierto temor por eso la mejor manera de perder ese miedo es con ejercicios para hacer en la piscina.
Rutinas que, por añadidura, harán que mejoremos nuestra técnica de natación. Porque si sabemos nadar bien disfrutaremos mucho más. Y descubriremos que no hace falta mover los brazos como un ventilador, ni chapotear exageradamente con los pies.
En la piscina podemos hacer ejercicios tendentes a mejorar nuestra natación, y otros cuyo objetivo será mejorar la forma, perder calorías y ganar músculo. Movimientos que hacemos, muchas veces, fuera del agua, y que también llevaremos a cabo dentro de ella. En este artículo os mostramos cinco ejercicios, hay muchísimos más. Infinidad de ellos.
1.- Patada de crol
El estilo crol, conocido como libre, es el más habitual. Cuando estamos en la piscina, nos suele costar mucho realizar bien el movimiento de pies. Hacemos la brazada y nos olvidamos de los pies. El mejor ejercicio (y también uno de los más habituales) es el que haremos con una tabla en las manos y el cuerpo estirado. Si somos muy novatos, podemos empezar haciéndolo con las manos en la pared y sin avanzar. La patada debe partir de la cadera y no es necesario chapotear, el talón del pie debe salir mínimamente fuera del agua.
2.- Pies crol vertical
Seguimos mejorando la patada de crol. Esta vez estaremos en el agua en sentido vertical. Con las manos fuera del agua y las palmas mirando hacia adelante.
3- Churro
Dejamos la tabla y cogemos el churro. Son muchos los ejercicios que para hacer con él. Uno de los más comunes y productivos consiste en colocarlo entre las piernas e ir avanzando en el agua como si pedaleáramos.
4.- Correr
¿Pensábais que hoy no tocaba running? Pues os habéis confundido. Vamos a correr en el agua: es vital no apoyar los pies en el suelo, para lograrlo tenemos que usar también los brazos.
5.- Elevaciones de piernas
Y terminamos con un ejercicio de elevación de piernas. Primero una, hasta ponerla en un ángulo de 90 grados, bajamos y subimos la otra. Cada pierna la mantenemos unos cinco segundo elevada dentro de la piscina.