Frase mítica: ‘Más vale prevenir que curar’. Si has visto este artículo en Google y lo has abierto ipso facto, es que, una vez más –los humanos somos así– no has hecho caso a un consejo universal que se ha demostrado verdadero a lo largo de la historia. No te juzgaremos. Es algo que ha pasado, pasa y pasará. Eso sí, para otra vez, es mejor que protejas tu piel antes. De todas formas, te daremos unos consejos para cuidar tu piel.
Hay que hacer, no obstante, una salvedad: no solo debes cuidar tu piel si te has quemado, es decir, que aunque hayas sido precavido, hay que seguir tomando precauciones con posterioridad. Si ese es tu caso, olvídate de lo del primer párrafo. Lo has hecho bien.
1. Ducha
Puede que no haga falta decirlo. Mejor dicho, no debería hacer falta, pero, por si acaso… Lo primero al volver a casa es pegarse una buena ducha con jabón para limpiar la piel.
2. Crema
Si te has quemado, será mejor que el agua de la ducha anterior esté fresquita. Y, posteriormente, aplicate una crema. El famoso Aftersun de toda la vida.
3. Aloe Vera
El Aloe Vera, entre sus múltiples propiedades, también tiene la de cuidar tu piel tras sufrir quemaduras, debido a que es antibacteriano y antiinflamatorio.
4. Crema hidratante
Tanto si te has quemado como si has tomado precauciones y el sol no ha hecho demasiado daño en tu piel, es necesario echarse crema hidratante posteriormente.
5. Ropa suave
Este consejo, más que para que la piel se cure, está focalizado en tu bienestar. Y, en realidad, tampoco haría falta darlo: en cuanto te pongas una camiseta con alguna rugosidad o de un tejido no demasiado suave y te roce en la quemadura, pegarás un respingo y te irás rápidamente al armario.
6. Mascarilla
La cara se merece un cuidado especial. Por eso ten siempre en cuenta la opción de poner una mascarilla.
7. Líquidos
Si has pasado unas cuantas horas al sol deberás beber muchos líquidos –agua a ser posible– para recuperar lo perdido. Importante cuidarse por fuera y también por dentro.