Asúmelo, te fatigas con cualquier cosa
Los 3 pisos que tienes que subir para ir a ver a tu abuela y que antes te parecían divertidos porque te proponías subirlos de dos en dos y porque ya no visitas apenas casas sin ascensor, son ahora un suplicio que consigues superar por puro orgullo. Tocas el timbre y cuando tu querida yaya asoma no puedes decir ni “buenas tardes”. Como mucho, “dame un vaso de agua o llama a una ambulancia para que me traiga oxígeno”.
Deja una Respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.