Preocúpate si siempre te sientes cansada (iStock)
Hacer del sedentarismo un estilo de vida. O, dicho de otro modo, llevar una vida demasiado sedentaria, es fuente de obesidad, sobrepeso y, en muchas ocasiones, también de diabetes o fibromialgia. Además de acrecentar considerablemente los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Con el paso de los años, el ciudadano se ha ido concienciando de la necesidad de realizar alguna actividad y, así, evitar estos síntomas que indican que eres un sedentario.
No se trata de ir a correr todos los días, ni de ir a la piscina, ni de no salir del gimnasio, aunque si es eso lo que te apetece, adelante –pero siempre con control que los excesos no son buenos–, sino que, más bien, es cuestión de moverse un poquito, de no estar todo el rato tirado en el sofá, de no coger el coche hasta para ir a tirar la basura.
Puede suceder, aunque todos nos conocemos, que alguien crea que su vida no es demasiado sedentaria, y la realidad se muestre antagónica. El cansancio habitual, por ejemplo, es uno de los síntomas que indican que eres un sedentario. Si siempre estás derrengado, no tienes ganas de nada y sientes que el más mínimo movimiento te agota, es que algo estás haciendo mal.
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