¿Habías pensado en esta opción? (iStock)
Un clásico cuando compartimos mesa de picoteo. Un plato sencillo con un sabor exquisito y sano, apto para todos. La gamba, acompañada por el ajo y la guindilla en esta ocasión, es rica en minerales, proteínas y vitaminas. Solamente tenemos que evitar el mojar pan en la salsa una vez se acaben las gambas. Ese el único sacrificio que requiere poder disfrutar de unas buenas gambas al ajillo.

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