Desgraciadamente no todas las relaciones de pareja, de amistad, o de carácter familiar son un camino de rosas. En muchas ocasiones encuentras personalidades en tu camino muy tóxicas a lo largo de tu vida y, o bien por aprecio o cariño hacia ellas o porque no te queda más remedio, no puedes deshacerte de ellas y seguir tu camino, de manera que acaban haciéndote daño y perjudicando a tu salud.
Éstos son algunos de esos tipos de personas que consiguen este efecto en otros seres humanos:
1. El negativo
Probablemente no sea la peor personalidad del mundo y de hecho se puede ser pesimista (aunque no sea desde luego lo mejor para mantener viva una relación) pero hay personas que son negativas por naturaleza, que tienen el no todo el día en la boca y que acaban convirtiéndose en un suplicio para su pareja que o se harta de intentar tirar del carro, o su salud se ve afectada, especialmente la mental.
2. El egoísta
Es un rasgo muy tóxico y en relaciones sociales mucho más. Es difícil no verse afectado si alguien cercano es egoísta, uno de los peores defectos que puede tener una persona. Especialmente perjudican la salud de los demás cuando deciden ser agradables por interés.
3. El manipulador
Está relacionado con el egoísmo pero es ir aún un paso más allá, por lo que suele generar todavía más problemas de salud a aquellas personas que lo sufren y que acaban muy tocadas al ser víctimas de la manipulación.
4. El envidioso
La envidia si es sana, es algo que no se puede evitar, es natural y no pasa nada. El problema es cuando se convierte casi en una obsesión ya que puede transmitir su frustración a la persona envidiada.
5. El rencoroso
Probablemente es el peor defecto que puede tener una persona ya que no le va a permitir avanzar nunca, y los que lo sufren pueden tener graves problemas de salud con ello, especialmente si son conscientes de ello y están tratando de ayudar a una pared. El rencor, por ejemplo en una relación, es mortal.
7. El intolerante
Poco se puede hacer ante una persona intolerante que te hace cada vez más pequeño en una relación de amistad o de amor. Es un rasgo muy dañino y muy tóxico y con muy difícil solución.
8. El autoritario
Sus consecuencias son muy similares a lo que ocurre con una persona intolerante. Acaban destruyendo el autoestima de su círculo de confianza ya que nunca es capaz de ceder nada ni ante nada.
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