Los datos son más que esclarecedores. Más de 800 mujeres y 7.000 neonatos mueren al día en todo el mundo. El principal motivo: la falta de atención médica durante el embarazo y el parto, hecho que ocurre de forma más asidua en los países de África subsahariana. De hecho, tal y como denuncian desde Médicos Sin Fronteras, el 60% de esas muertes son más que evitables.
Las cifras de mortalidad afectan principalmente a países en vía de desarrollo y en situaciones de conflicto: "En situaciones de crisis hay más embarazadas, entre otras cosas porque hay menor acceso a la contracepción y aumenta la violencia sexual, por el clima de impunidad y su uso como arma de guerra, y las mujeres recurren a métodos no seguros para interrumpir los embarazos no deseados", explica Sònia Guinovart, experta en Obstetricia y Ginecología de MSF.
De las 7.000 muertes diarias de neonatos podrían salvarse más de la mitad si se llevaran a cabo “medidas simples como la reanimación neonatal o los cuidados básicos”, indicó la doctora. Que pone el énfasis en lo que consideran que son las principales causas.
Lo resumen en los “tres retrasos”: Retraso a la hora de identificar el problema e ir a buscar ayuda; Retraso debido a la complejidad de acceder a los centros hospitalarios; Retraso para recibir los cuidados apropiados. Además hacen hincapié en la falta de capacidad de decisión de las mujeres, ya que en muchas ocasiones, y en estos países, la mujer no es dueña de su propio cuerpo.
Médicos Sin Fronteras denuncia, pero también actúa. Tiene más de 250 programas de atención a la salud mental y reproductiva y ofrecen atención obstétrica, cuidados neonatales, atención al aborto y muchos otros servicios más. Hecho que le ha valido para que le concedan el XIV Premio Fundación Dexeus Mujer, entregado en Barcelona.
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