La depresión es una de las enfermedades más complicadas porque es muy difícil el proceso de entendimiento y detección por parte del propio enfermo, que no suele reconocer que tiene un problema serio. Si crees que puedes estar sumido en una, aquí tienes algunos síntomas clásicos de una depresión para que intentes entender si puedes sufrirla o no y tomes medidas yendo a un especialista:
1. Baja autoestima
Es uno de los síntomas más típico y básicos. El enfermo de depresión suele estar hundido en una sensación constante de culpa en la que no se quiere nada. Su autoestima está por los suelos. La sensación de disgusto y desesperanza son otros síntomas en este sentido.
2. Cansancio
La fatiga crónica suele estar presente en muchos enfermos de depresión porque el cerebro trabaja deficientemente y no permite que la mente alcance un estado de descanso, equilibrada. Por el contrario, lo que ocurre es que el enfermo se encuentra derrotado físicamente.
3. Pérdida del deseo sexual
No solo en el sexo, sino en el placer en general. Es evidente que una depresión conlleva ansiedad y todo ello a su vez una pérdida notable del deseo sexual. El placer ya no es un objetivo.
4. Insomnio
El cuerpo funciona mal y por lo tanto sus sistemas mecanizados que suelen funcionar como relojes empiezan a fallar. El sueño es uno de los ejemplos. La depresión suele conllevar un fuerte insomnio.
5. Irritabilidad
Todos los síntomas anteriores no pueden sino conllevar una sensación constante de irritabilidad e ira. El carácter se agria y no aguantas a nada ni a nadie. Te miras al espejo y tu autoestima está por los suelos y tu carácter encendido de manera negativa.
6. Impulsos
El no estar centrado ni tranquilo hace que el carácter se desequilibre y tienda más a desorganizarse y al descontrol. Las reacciones impulsivas e imprudentes suelen ser habituales en alguien que sufre una depresión.
7. Ansiedad
La paz mental no existe en un estado depresivo. La mente no para de trabajar y lo suele hacer de forma negativa, muy alejada de la calma y la pausa necesarias para mantener el equilibrio. De esta manera, los pensamientos negativos no paran de fluir.
8. Cambios bruscos de peso
Un estado depresivo te hace desordenar tus hábitos alimenticios. De repente pierdes el apetito y de la noche a la mañana lo recuperas de manera voraz. Por esto, las oscilaciones de peso suelen ser grandes y rápidas.
9. Pérdida de memoria
Los despistes son otro síntoma, que también se traducen muchas veces en pérdidas de memoria momentáneas. Es evidente que el enfermo de depresión no puede estar centrado en lo que debe y le cuesta un triunfo focalizar su mente en algo de manera constante.
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