Echarse desodorante con maestría no precisa de una formación reglada y prolongada. No obstante, existen mitos que influyen en nuestra forma de usarlo y cierto desconocimiento respecto a las propiedades de este producto. En definitiva, hay cosas que estás haciendo mal con tu desodorante.
1. Ojo con los antitranspirantes
Pueden ser muy útiles para algunas personas, pero hay que saber distinguir. El antitranspirante es especialmente indicado para aquellas personas que sudan mucho, aunque puede provocar manchas aún más llamativas que las del sudor. A la hora de elegir, asegúrate de cuál es la razón por la cual quieres un desodorante o un antitranspirante.
2. Usar el desodorante solo por la mañana
Aunque esto es lo que la mayoría hacemos, ponernos desodorante al salir de la ducha por las mañanas, lo cierto es que es más efectivo si también nos aplicamos este producto antes de irnos a dormir.
3. Usar siempre el mismo
Aparentemente, si usamos siempre el mismo desodorante, nuestro cuerpo acaba haciéndose casi inmune al mismo. Por ello, es mejor cambiar de tiempo en tiempo de producto.
4. Usarlo para quitarnos el sudor
El desodorante tiene que ser aplicado antes de que se produzca ningún tipo de sudoración, con la superficie limpia.
5. Compartirlo con amigos
No es higiénico. Y ya está. Pueden pasar infecciones de uno a otro (siempre y cuando sea roll-on, si es de spray como si quieres compartirlo con tu perro).
6. Usarlo como sustituto de la ducha o de bañarse
Alguna vez lo hemos hecho, pero no es aconsejable. Porque es una guarrada, principalmente. Igual que embadurnar la ropa que no huele tan bien con desodorante. Intenta poner una lavadora, que el efecto es mayor.
7. Echarte ahí abajo
Seas chico o chica, los desodorantes no están hechos para ser utilizados para nuestra higiene más íntima. Focaliza tus esfuerzos en la ducha y manten el desodorante lejos de tu miembro.
Deja una Respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.