Es probable que en los últimos días hayas visto a través de las redes sociales la última moda que se ha hecho viral: comerse las pastillas de detergente en forma de gel soluble en agua. Parece increíble pero los seres humanos disfrutamos jugando con fuego y pese a las peligrosas consecuencias de este tipo de acciones no podemos parar de ponerlas en práctica y cruzar el límite.
Todo comenzó en Estados Unidos, desde donde el reto ha ido creciendo haciéndose viral y corre el peligro de extenderse a otros países. El fenómeno de las redes sociales en este caso no suele ayudar precisamente a controlar este tipo de insensateces. Hasta tal punto está llegando el asunto que la propia marca de detergente protagonista del reto, Tide, tuvo que pedir públicamente hace unos días en su perfil oficial de Twitter que sus productos no se podían ni se debían ingerir, y acompañó dicha advertencia con una explicación en vídeo por parte de la superestrella de la NFL, la liga de fútbol americano, Rob Gronkowski, jugador de los New England Patriots.
What should Tide PODs be used for? DOING LAUNDRY. Nothing else.
Eating a Tide POD is a BAD IDEA, and we asked our friend @robgronkowski to help explain. pic.twitter.com/0JnFdhnsWZ
— Tide (@tide) January 12, 2018
Al parecer, los primeros vídeos empezaron como una broma pero el tema se ha acabado yendo de las manos y las reproducciones en las que aparecen jóvenes comiéndose estas pastillas para la lavadora son ya miles. El fenómeno tiene incluso nombre; se llama Tide Pod Challenger, y se inició porque la marca de detergente lanzó una campaña comercial en la que promocionó su nuevo producto como un perfume de frutas con todo el aroma de los estractos vegetales. En dicho anuncio, uno de los protagonistas se comía las cápsulas, y ya sabe que siempre hay algún cerebrito que tiene el gusto de incumplir ese consejo de que hay determinadas cosas que deben quedar para la ficción y no para hacerlas en casa.
El asunto ha llegado tan lejos en los últimos días que la policía ha tenido incluso que alertar acerca del peligro físico tan importante que supone intentar este nuevo reto, hasta el punto de que puede peligrar la vida del que decide ponerlo en práctica. Mientras tanto, los memes siguen corriendo como la pólvora por Twitter. Algunos de ellos quedan en fotografías graciosas de platos preparados con las pastillas de detergente, pero otras son vídeos en los que efectivamente se ve a personas que dan el paso definitivo y se las comen.
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