Que los tiempos han cambiado es algo que todos aceptamos y estamos hartos de escuchar e incluso de repetir constantemente. Y el motivo número de este cambio son las nuevas tecnologías, que han modificado de forma definitiva la manera de comunicarnos, de trabajar e incluso de disfrutar del tiempo de ocio. Más allá de debates subjetivos sobre los beneficios, que son muchos, y los inconvenientes que genera este cambio general, hay algo que no podemos negar y que está demostrado científicamente: el exceso de horas que pasamos delante de pantallas afecta directamente a la vista, creando graves deterioros en la misma.
Esto ha hecho que poco a poco haya aparecido el debate de qué se puede hacer para prevenir problemas en la vista derivados del abuso del ordenador y el móvil ya que parece imposible que nos despeguemos de ellos y reduzcamos las horas que pasamos pegados a ambos. Además, las horas de exposición a luces que pueden resultar peligrosas para la vista se completan con el boom de las luces azules, que tienen grandes beneficios pero que también son perjudiciales para la vista.
Es cierto que nuestros ojos están evolucionando a la vez para protegerse de estos ataques tan continuados que producen este tipo de luces, y están desarrollando una capacidad de protección ante ellos. Sin embargo, es obvio que no es suficiente porque es común a todos los seres humanos que pasan mucho tiempo delante de pantallas la sensación de tener la vista muy cansada y deteriorada.
Por eso, una parte de la industria oftalmológica lleva tiempo desarrollando gafas especiales para prevenir ante el uso excesivo de los ordenadores. El debate en torno a su eficacia es grande e igualado, con muchos partidarios y otros tantos detractores, porque aún no hay una base científica suficiente para ser tajantes en las conclusiones y que por lo tanto el debate se decante definitivamente por un lado.
En cualquier caso, siempre es mejor prevenir que curar de manera que parece evidente la necesidad de usar algún tipo de protección y las gafas son la mejor forma de hacerlo. No son gafas como las concebimos habitualmente, preparadas y personalizadas según las discapacidades en la vista de cada persona, sino que son gafas diseñadas exclusivamente a modo preventivo.
Igual que existen gafas especiales para protegerse la vista en oficios como la carpintería, también podemos hacerlo para estar delante del ordenador y demás dispositivos desarrollados con tecnología LED, que es una gran emisora de luz azul. Las gafas básicamente reducen la fatiga visual bloqueando las ondas más agresivas de luz azul de tal forma que se protege la retina.
Mientras la ciencia sigue investigando acerca de cómo afecta la luz azul a nuestra salud, al menos podemos tomar medidas preventivas con este tipo de gafas protectoras.
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