La palabra iron man quizá solo te recuerda a Robert Downey Jr. Pero es algo más que un superhéroe. Aunque necesitas ponerte a ese nivel físicamente para enfrentarte a un Iron Man: la prueba más exigente del triatlón. La prueba fue creada en 1978, cuando John Collins, infante de marina americano destinado en Hawai, tuvo la ocurrencia de combinar tres competenciones muy duras: la Waikiki Roughwater Swim de natación (4 kilómetros), la prueba de ciclismo Around-Oahu Bike Rice (180kilómetros) y el Maratón de Honolulu (42 kilómetros).
La propuesta de Collins, para probar qué atletas eran mejores, fue hacer las tres seguidas. El ganador tras esa brutalidad sería declarado Iron Man (Hombre de acero).
Hoy en día, el Iron Man es una prueba muy popular que solo completan unos pocos. El actual record del mundo es el alemán Jan Frodeno, que dejó el record en 7 horas y 35 minutos. En ese tiempo, el bueno de Frodeno y de cualquiera que quiera batir su record recorren esa distancia sin parar de 226 kilómetros. Una locura. Pero alcanzable si te lo propones. Además de los mejores atletas de este mundo, muchos aficionados participan y consiguen terminarlo.
Un entrenamiento para conseguir completar un Iron Man dependerá de tu propia condición física, pero puede alargarse más de un año. Un Iron Man se produce desde muy temprano en la mañana, mientras que termina para los últimos al llegar la medianoche.
Si te quieres entrenar para un Iron Man, deberás dedicar unas 15 horas a la semana como mínimo, para completar muchos kilómetros tanto en natación como sobre todo en carrera y bicicleta. Lo lógico es que a esta última le dediques el mayor número de horas de entrenamiento, ya que es la más importante en la prueba en cuestiones de distancia y tiempo.
Es aconsejable entrenar por las mañanas, para acostumbrarte al tipo de horario competitivo del Iron Man. Además, un entrenamiento específico de gimnasio especialmente centrado en desarrollar el core y tonificar los músculos pueden marcar la diferencia en la prueba.
Al final, lo más importante para completar un Iron Man es la cabeza. Por ello, lo más recomendable es hacer entrenamientos de una intensidad de al menos el 70% de la verdadera prueba durante las semanas anteriores. Así, ganarás confianza y cuando estés participando en la prueba te toparás con dudas y resistencias que ya has superado. Eso sí, no te pases y corras riesgo de lesión en los meses anteriores. Tómatelo con calma y resta presión.
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