“Día de premio”, “comida trampa”, “fuera la dieta durante 24 horas”. Eso es, con libres interpretaciones, el Cheat Meal: permitirte, un día o en una comida de un día, comer lo que quieras. Concederte ese regalo después de toda la semana tratando de llevar una alimentación equilibrada. Porque te lo has ganado. Porque te beneficiará física y mentalmente. Y porque servirá como acicate para prevenir tentaciones el resto de días.
1. ¿Cómo poner en práctica el Cheat Meal?
También se le conoce como “día de carga”, ya que metes en el organismo más calorías de lo habitual. Le echas gasolina. Lo normal es que afecte solo a una comida al día, pero puedes extenderlo a la jornada completa. Si lo haces, en los días posteriores habrá que aumentar un poquito el entrenamiento. No tiene un gran misterio, es, simplemente, comer lo que quieras durante un día. El domingo, quizá, sea el momento más propicio para ello.
2. ¿Cuántas veces?
Dependerá de cada persona, pero, lo habitual, es que se haga un día a la semana. Dos como mucho. Es lógico, si se hace tres o cuatro días, acabaría perdiendo su motivación y significado. Al final, comerías lo que te diera la gana el mismo número de días que tratas de mantener una alimentación saludable.
3. Beneficios
Los psicológicos ya se han comentado. Ese día es alegría, y, sobre todo, la llegada de ese día, saber que existe, servirá para que en el resto tengas una motivación para no caer y conseguir mantener una buena dieta alimenticia. Además, el Cheat Meal acelera el organismo. Es, también, lo que se comentaba antes: se carga, se le mete gasolina al cuerpo.
4. Atracones
Que puedas comer lo que quieras, no quiere decir que saques la gula que llevas dentro y te comas cuatro hamburguesas aunque sea imposible que te entren. Se trata de disfrutar, de comer eso que te encanta -pero que no es demasiado bueno para tratar de no coger peso-. Eso sí, sin pasarse. Come lo que necesites para estar bien. Nada de empachos.
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